Primeros años
José
Eloy Alfaro Delgado nació el 25 de junio de 1842 en la ciudad ecuatoriana de
Montecristi , sus padres fueron ciudadanos muy respetados, Manuel Alfaro republicano
español natural de Cervera del Río
Alhama (La Rioja)
quien llegó a Ecuador en calidad de exiliado político, y María Natividad
Delgado López, nacida en Montecristi y es manabita el 8 de septiembre de 1808,
hija de Rafael de la Cruz Delgado, que fue en repetidas ocasiones regidor del
Cabildo de Montecristi, y de María de la Cruz López, mestiza.
La revolución
Monumento
a Eloy Alfaro en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro
José
Eloy recibió su instrucción primaria en su lugar natal y al concluir esos
estudios, se dedicó a ayudar a su padre en los negocios. Durante su juventud se
identificó con el liberalismo anticlerical, doctrina que se conoció
posteriormente como el liberalismo radical ecuatoriano. Al enterarse el joven
Eloy Alfaro de que Gabriel García Moreno había pedido el protectorado
a Francia, se unió a las filas liberales. A los 22 años de edad
empuñó las armas contra García Moreno, pero tuvo que salir del Ecuador porque
la conspiración urdida por el general Tomás Maldonado había sido sofocada.
Corría 1864. Al año siguiente regresó para combatir junto al general José María
Urbina en Jambelí.
Derrotado
y perseguido, Alfaro se exilia en Panamá, departamento de Colombia todavía, en
donde con su trabajo se labró una fortuna y contrajo matrimonio con Ana Paredes y
Arosemena, panameña de 16 años de edad, a la que amó fielmente a lo
largo de la vida, y con quien tuvo nueve hijos. Se dice que sin la fortaleza de
su esposa que sobrellevó con entereza las separaciones y sobresaltos
ocasionados por la interminable lucha militar y política del esposo, Alfaro no
habría podido lograr sus metas. En Panamá conoció a Juan Montalvo, a quien protegió y financió la
edición de algunos de los inmortales ensayos. Muerto García Moreno en 1875,
Alfaro regresó a Ecuador, luchó por la abolición de la octava carta política
conocida como "Carta Negra" y por la convocatoria de una Convención.
Se unió
a Veintemilla y se distinguió en Galte, la batalla que consolidó la jefatura
suprema de ese general. Pronto se decepcionó de él, volvió a Panamá, regresó a
Guayaquil en abril de 1878 para combatirlo. En noviembre de ese año fue
apresado y cargado de grillos hasta marzo de 1879. Gracias a la valiente
defensa de Montalvo fue puesto en libertad y expulsado a Panamá. Como su
fortuna material había venido a menos, pues con ella financiaba su activismo
libertario y porque Panamá había entrado en crisis económica, Alfaro cayó en la
pobreza. Trabajó como periodista, pero volvió a la carga en 1882 al proclamarse
Veintemilla nuevamente dictador. Cuando Alfaro contó a su madre que se
aproximaba la guerra civil, recibió de ella esta bendición: 'Bien está. Vaya
usted a cumplir sus deberes con la patria'.
Se
embarcó para Esmeraldas y asumió la dirección del movimiento armado, pero fue
vencido y tras un escape prodigioso y lleno de sufrimientos a través de los
Andes y la selva llegó a Panamá. Allí le nació una hija a la que puso el nombre
de Esmeralda. Y volvió otra vez a combatir en la campaña de la Restauración, lo
que le valió ser nombrado jefe supremo de Manabí y Esmeraldas. Los opositores
le echaron en cara el decreto del 2 de julio de 1883, en el que ordenaba que
los "sindicados sean juzgados sumaria y verbalmente sin apelación" y
que "los bienes de todos estos criminales se les confisquen mientras dure
la guerra y para emplearlos en sostener la guerra".
Sus
tropas fueron las primeras en cercar a Guayaquil. Combatió en la batalla del 9
de julio de 1883 y entró triunfante en la ciudad amada. Convocada la Convención
de 1884, renunció a la jefatura suprema de Manabí, recibió la confirmación de
su grado de general y se desterró del Ecuador. Poco después, volvió para
combatir a Caamaño y liderar a los montoneros. Su nombre se iba tornando
legendario. Pero asimismo se le acusó de haber hecho la guerra a Caamaño
"apenas éste fue elegido y sin el más leve pretexto para una
sublevación". En diciembre de 1884 perdió el combate naval de Jaramijó en
el vapor "Pichincha", antes "Alajuela" (como la ciudad donde
fue exiliado en Costa Rica y donde iniciado en la Masonería regular), contra la
flotilla del presidente Caamaño, comandada por el general Reinaldo Flores. Para
no rendirse, encalló la nave y la incendió. Escapó a Panamá atravesando
Colombia en una odisea plagada de dificultades de la que salió nimbado con la
aureola de héroe mítico siempre derrotado pero jamás definitivamente vencido.
"General de las Derrotas" lo llamaban entre despectivos y asombrados
sus grandes enemigos conservadores. Luchó contra los presidentes García Moreno,
Borrero, Veintemilla y Caamaño, por lo que la tradición lo conoce como el
"Viejo Luchador" o "el General de las Derrotas". Eloy
Alfaro pasó por muchas y serias dificultades en las diversas campañas que emprendió,
tendientes a combatir la tiranía, en estos combates gastó su fortuna adquirida
en Panamá con la ayuda de su esposa de esa nacionalidad, Ana Paredes Arosemena.
De ese matrimonio nacieron nueve hijos: Bolívar, Esmeraldas, Colombia, Colón,
Bolívar (2), Ana María, América, Olmedo y Colón Eloy. Rafael nació fuera del
matrimonio.
Desde
muy joven participó en gestas rebeldes como en el Colorado; casi pierde la vida
en el combate naval del Alajuela, cuando intentó desembarcar en Ecuador con una
tropa revolucionaria y fue derrotado por el Gobierno conservador. Al hundirse
su barco, se salvó aferrado a un barril. Participó en los combates de Montecristi, Galta, San Mateo, Esmeraldas, Guayaquil, Jaramijó, Cuenca y Chasqui.
Durante
sus exilios, recorrió Centroamérica, siendo el Congreso de Nicaragua el
que le otorgó el grado de General de División en ese país. Según declaró el Gobierno
del presidente Rafael Correa en 2012, Alfaro nunca llegó a ser general en el
Ejército ecuatoriano, por lo que Correa lo ascendió post mortem al grado de
General de Ejército, máxima jerarquía del Ejército ecuatoriano en la
actualidad, pero que no existía en su época, en una ceremonia especial el 5 de
junio de 2012.
Historiadores
militares como el ex alcalde de Quito y héroe de la Batalla del Cenepa, general
(r) Paco Moncayo, aclararon que Eloy Alfaro fue legalmente General de División
del Ejército del Ecuador desde el 24 de agosto de 1895. y
que no fue "General de Ejército" por no existir ese rango en su
época. Alfaro fue ascendido por el Consejo de Ministros cuando ya ostentaba la
jefatura suprema de la República, según reza el decreto respectivo, que
menciona sus triunfos en los combates de la guerra civil de ese año, como
Gatazo.
Moncayó
precisó que según documentos del Ministerio de Guerra y Marina del Ecuador de
1900, que publicó en ese año el Escalafón Militar de los generales
ecuatorianos, con sus respectivas antigüedades, Eloy Alfaro fue nombrado
general de Brigada el 2 de febrero de 1883, durante la guerra civil que derrocó
al general Ignacio de
Veintimilla, quien ejercía de "jefe supremo y capitán general
de los Ejércitos de la República", es decir, de dictador.
Apoyó
también a varios liberales, como el escritor Juan Montalvo, a quien le ofreció
ayuda económica. Una vez en el poder, glorificó la memoria de Montalvo como
maestro del pueblo ecuatoriano.
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