Uno de los mejores presidentes que ha tenido el Ecuador en toda su existencia ya que con el hemos logrado grandes obras y el país estaba creciendo aunque le mataron muy injustamente pero gracias a el ahora en día hay colegios excelentes.
lunes, 4 de abril de 2016
OBRAS/ FRASES/ RELACIONES
Frases
Algunos de sus pensamientos célebres:
Entre las más destacadas de su presidencia:
Algunos de sus pensamientos célebres:
- "Nada soy, nada valgo, nada pretendo, nada quiero para mi, todo para vosotros, que sois el pueblo que se ha hecho digno de ser libres"
- "No podemos perder con papelitos lo que hemos ganado con fusiles".
- “La hora más oscura es la más próxima a la aurora”.
- "Los hombres indiferentes a la desventura de la nación, aunque sean privadamente laboriosos, son auxiliares inconscientes de la corrupción y desgracia de los pueblos".
- "La falsedad, la injuria, la calumnia, en sus más repugnantes e inmortales fases, han sido las armas preferidas por nuestros adversarios".
- "La libertad no se implora de rodillas, se conquista en los campos de batalla".
- "Cuando desaparece la práctica de la Justicia, se viene al suelo el edificio social que llamamos Nación".
- “Si en lugar de afrontar el peligro hubiera yo cometido la vileza de pasarme al enemigo habríamos tenido paz, mucha paz, la paz del coloniaje”.
Entre las más destacadas de su presidencia:
- Implanto el Laicismo en el Ecuador.
- Constructor del ferrocarril de sur que unía la costa y la sierra.
- Abolición de algunas contribuciones del pueblo indígena.
- Incorporación de la mujer a la vida publica.
- Mejoras en la recaudación fiscal.
- Fundo el hoy Colegio militar Eloy Alfaro.
- Fundo el colegio Manuela Cañizares.
- Fundo el normal Juan Montalvo.
- Fundo el Colegio Nacional Mejía.
- Fundo las escuelas nocturnas.
- Inmolación de Eloy Alfaro
- Natalicio de Eloy Alfaro
- Día del liberalismo (5 de junio)
- Obras del General Eloy Alfaro
- Frases célebres del presidente Eloy Alfaro
ADMINISTRACIÓN DE "ELOY ALFARO"
Primer Gobierno: Desde el 5 de junio de 1895 al 31 de agosto de 1901
La primera medida fue exonerar a los indios del pago de la contribución territorial y del trabajo subsidiario, y gobernar con todos los sectores del liberalismo. La segunda, aplacar a la Iglesia: escribió al papa León XIII para presentarse y le pidió que canonizara a la quiteña Mariana de Jesús Paredes y Flores. El Papa le contestó con paternal bondad, pero la Iglesia local no estaba dispuesta a la paz. "Rechace el Señor a los espíritus infernales (del liberalismo)", arengaba el huido obispo de Manabí, que dirigió una invasión desde Colombia, mientras el desterrado obispo de Loja lo hacía desde el Perú. Los conservadores se sublevaban en el norte, en el centro y en el sur de la Sierra. Los predicadores incitaban a la guerra santa. Hubo abusos y desmanes: el coronel Manuel Antonio Franco, el hombre duro de Alfaro, expulsó a los capuchinos de Ibarra. Las tropas liberales asaltaron el Palacio Arzobispal de Quito, quemaron la biblioteca y el archivo, injuriaron al arzobispo González y Calisto, paladín de la cruzada antiliberal, e hicieron la parodia de fusilarlo si no gritaba "!Viva Alfaro!".
El arzobispo respondió dulcemente que "¡Viva hasta que muera!". Se persiguió a los hermanos de la Salle, a los padres salesianos y redentoristas y se apresó a algunos sacerdotes y religiosos, sobre todo, a los dominicos. Y expulsó de la misión del Napo a los jesuitas, "destruyendo con un sólo mandato sacrificios, beneficio y costos sostenidos durante muchas décadas, interrumpiendo así... la defensa del territorio oriental", como señala el historiador Luis Robalino Dávila. El coronel Antonio Vega Muñoz al mando de fuerzas conservadoras tomó Cuenca el 5 de julio. Cuenca estaba psicológica y militarmente preparada para resistir. Por las noches, indios, sirvientes, patrones y sacerdotes salían en procesión de antorchas cantando la letanía: "Del indio Alfaro, líbranos, Señor". El propio Alfáro tuvo que tomar la ciudad al mando de un poderoso ejército. La campaña duró dos meses. Se peleó calle por calle y casa por casa. Cuenca se defendió hasta con agua y aceite hirviendo. El 23 de agosto, la ciudad se rindió. Hubo 1.250 muertos.
En Quito, la represión a los conservadores fue durísima: la Universidad y sus profesores fueron ultrajados y los periódicos, clausurados. En el cementerio de San Diego, el periodista Víctor León Vivar daba el adiós a los restos mortales de Pablo Herrera, académico de la Lengua y prominente político conservador. Cuando abandonaba el cementerio, fue cazado entre las tumbas por soldados alfaristas y acribillado a balazos. Pese a esta guerra religiosa y regionalista, el Gobierno gobernó: canalizó Guayaquil, construyó el mercado de Quito, reformó los aranceles, suspendió el pago de la deuda externa, apoyó la independencia de Cuba ante la reina de España, María Cristina, convocó un Congreso Internacional Americano en México para fomentar la unión latinoamericana, que no tuvo éxito, y llamó a elecciones para Asamblea Constituyente. Casi todos los elegidos fueron liberales y gobiernistas.
La Asamblea se reunió en Guayaquil el 9 de octubre de 1896. Cuatro días antes, un tercio de Guayaquil había sido pasto de las llamas. Las pérdidas llegaron a 18 millones de sucres. La Asamblea trasladada a Quito por el incendio eligió a Alfaro presidente constitucional por 51 votos, más 12 votos en blanco, y promulgó la undécima Constitución el 14 de enero de 1897. Ésta consagró la libertad de cultos, abolió la pena de muerte, estableció la igualdad de los ciudadanos ante la Ley y quitó el privilegio de fuero para los delitos comunes.
Cuatro cuidados principales ocuparon la atención de Alfaro en este período: las relaciones con la Iglesia, el ferrocarril, la obra pública, la paz interna y externa. La libertad de cultos violaba el concordato con la Santa Sede. Alfaro intentó renegociarlo de modo que Roma aceptara la separación entre la Iglesia y el Estado. La Santa Sede se mostró más flexible que la Iglesia local, pero no se llegó a un acuerdo. El Congreso Extraordinario de 1899 resucitó el Patronato colonial, que sometía la Iglesia al Estado. Lo hizo para impedir que el clero participara en la política partidista y para "inducirlo a vivir nuestra vida republicana, ... mediante el ejercicio sublime, pero exclusivo, de su ministerio", como dijo Alfaro.
Los obispos y los conservadores obedecieron a medias. En 1900, se estableció el Registro Civil con lo que se arrebató a la Iglesia un instrumento de información y control ciudadano. Los cementerios pasaron a ser administrados por el Estado. Entonces el delegado apostólico de la Santa Sede para América del Sur, monseñor Pietro Gasparri, negoció con el canciller José Peralta, cabeza ideológica del radicalismo. Conferenciaron en Santa Elena, Guayas, y firmaron protocolos de reconciliación, que, al tiempo de ser ejecutados por el nuncio apostólico Bavona, fueron descono-cidos por Peralta. El secretario de Estado de la Santa Sede protestó. Y quedó consumada la ruptura con la Iglesia. En 1897, Alfaro celebró un contrato con el empresario estadounidense Archer Harman, de confesión protestante, para la terminación del ferrocarril Guayaquil-Quito. Desde Durán había construidos 70 kilómetros de línea estrecha.
Todo el mundo se le opuso: los comerciantes y banqueros porque había contratado con una compañía extranjera, y había que renegociar la deuda externa y gravar con impuestos el comercio exterior. Los latifundistas de la Sierra, por la deuda externa y los trastornos que el ferrocarril acarrearía al mercado interno; la Iglesia, porque el contratista no era católico y porque con el ferrocarril llegaría la disolución de las costumbres. Alfaro se mantuvo firme: "Don Miedo nunca fue buen consejero. El decoro nacional no consiente un paso atrás", telegrafió a Luis Felipe Carbo, su ministro en Washington. La obra pública fue inteligente: sancionó la Ley de Instrucción de 1897, que reservaba al Estado el control de todo el ciclo de enseñanza, incluida la universitaria; la educación debía ser laica y gratuita, y la primaria obligatoria; inauguró los primeros colegios normales para preparar maestros de primaria, fundó el Colegio Nacional Mejía, entregó la recaudación de impuestos en la Costa a una compañía privada, la Sociedad de Crédito Público; adoptó el patrón oro como base del sistema cambiario y norma referencial para el comercio exterior; reorganizó las Fuerzas Armadas, abrió la administración pública a la clase media, y las oficinas del Estado a la mujer trabajadora.
En 1900, Ecuador concurrió con éxito a la Exposición Mundial de París; se trasladaron solemnemente a la catedral metropolitana los restos mortales del Mariscal Antonio José de Sucre, descubiertos en el subsuelo del Carmen Bajo de Quito. La paz interna fue perturbada por sucesivos levantamientos de los conservadores. Primero en Riobamba, en 1897, lo que dio pie a excesos en el colegio San Felipe: El padre Emilio Moscoso, superior del colegio, fue asesinado por las tropas alfaristas, que profanaron las hostias consagradas. Al año siguiente, se levantó en Cuenca el coronel Antonio Muñoz y fue derrotado por el coronel Ullauri, liberal. En 1898, la lucha fue en Taya y Guangoloma, Cotopaxi. Se mutilaron las orejas de los pri-sioneros reincidentes, vencidos en Taya. En 1899, fue derrotado en Sanacajas, Chimborazo, el general conservador José María Sarasti. Los desterrados al Perú atacaron Loja. Las mutuas intromisiones de liberales ecuatorianos apoyados por Alfaro en Colombia y de conservadores colombianos en Ecuador causaron tres batallas entre 1898 y 1900, que aunque localizadas y sin consecuencias internacionales, fueron sangrientas. En la de Tulcán, el 22 de mayo de 1900, murieron 800 combatientes, en su mayoría colombianos. Destacó en este conflicto la doctrina del obispo de Ibarra, Federico González Suárez, que se opuso a los invasores conservadores de la llamada "Restauración Católica", aduciendo que no era moral sacri-ficar los intereses del Ecuador por querer salvar los de la Religión.
Durante este primer período de la administración de Alfaro se firmó el "Contrato Harman", en virtud del cual quedaba asegurada la continuación rápida de los trabajos delferrocarril Guayaquil a Quito, llegando hasta Costa. En este período Eloy Alfaro también dio mucho impulso a la educación. El 19 de mayo de 1896 su mano derecha, el Coronel Luciano Coral Morillo, inaugura el Colegio Bolívar de Tulcán siendo el primer colegio laico del país, en 1907 la Escuela de Artes y Oficios, el 11 de junio de 1897 el Instituto Nacional "Mejía", el 20 de octubre de 1900 la Escuela de Bellas Artes de Quito, el 14 de febrero de 1901 el Colegio Normal Juan Montalvo y el Colegio Normal Manuela Cañizares, el 11 de agosto de 1901 el Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil y el Colegio Militar Eloy Alfaro. En 1901, se establecen locales para el funcionamiento de los Colegios Normales Montalvo y Manuela Cañizares, el edificio del Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil. En definitiva, en el gobierno de Eloy Alfaro también se dio mucho impulso a la educación. Finalizó su primer periodo presidencial cuando el Ecuador era un amplio camino hacia el progreso.
Segunda Administración:16 de enero de 1906 a 11 de agosto de 1911
El golpe militar de Eloy Alfaro contra el presidente Lizardo García influyó para que los dos primeros años de la segunda presidencia del Viejo Luchador fueran perturbados por la oposición de los liberales placistas y de los conservadores. Lo más notable de este segundo período fue la consolidación del laicismo, la llegada del ferrocarril a Quito y la unión nacional en torno al conflicto bélico con el Perú. El 9 de diciembre de 1906, el general conservador Antonio Vega Muñoz levantó a Cuenca contra Alfaro. Vega esperaba refuerzos conservadores de otras provincias de la Sierra. Fue derrotado por el general liberal Ulpiano Páez en Ayancay, entre Azuay y Cañar. Vega murió de un balazo cuando entraba a pie en Cuenca como prisionero de las tropas alfaristas. Los gobiernistas dieron la versión de que Vega se había suicidado; pero lo más probable es que fue asesinado.
Este hecho aumentó la impopularidad de Alfaro. Vega era un ciudadano distinguido y respetado en Ecuador. La impopularidad creció cuando en el mismo mes de diciembre el batallón "Vargas Torres" saqueó la ciudad de Loja con la connivencia de las autoridades alfaristas locales, y cuando el desmán quedó impune. Muchos liberales radicales se pasaron a la oposición. Había descontento contra los abusos del Ejército, cuyo liderazgo iba escurriéndose de las manos de Alfaro, quien, débil y achacoso, permitía que el Poder se repartiera entre los favoritos y sus familias. Consultado el nuevo arzobispo de Quito, Federico González Suárez, sobre qué hacer contra estos y otros abusos, aconsejó votar por personas capaces y patriotas. En Quito se constituyó un Club Político Universitario para luchar por la libertad de sufragio en las elecciones del próximo Congreso. Como se preparaba el fraude electoral, el pueblo se levantó para apoyar a los universitarios. El 25 de abril de 1907 se dio un choque sangriento. Alfaro perdió el apoyo de un sector de los intelectuales. Un poco más tarde, el 19 de julio, se intentó asesinar a Alfaro en la gobernación de Guayaquil. Al defenderlo, murieron ocho oficiales, y se fusiló a ocho de los 16 complotados que habían sido reducidos a prisión.
Pero la Revolución Liberal consiguió afianzarse aunque sólo institucionalmente. La Constitución promulgada el 23 de diciembre de 1906, la duodécima desde la fundación de la República, llamada "atea" por los conservadores, consagró el laicismo en el Estado, la educación y la familia y defendió la libertad de conciencia colocando las demás religiones a la par de la Católica. Perfeccionó la independencia de los tres poderes del Estado y amplió las garantías ciudadanas. Esta Carta Política se convertiría en el referente mayor del derecho constitucional ecuatoriano. La Convención que la promulgó eligió presidente a Eloy Alfaro por 41 votos contra los 16 que obtuvo el guayaquileño Carlos Alberto Aguirre.
Tres convencionales votaron en blanco. El 6 de noviembre de 1908 se promulgó la Ley de Beneficencia, más conocida como "De manos muertas". Su primer artículo decía: "Decláranse del Estado todos los bienes raíces de las comunidades religiosas establecidas en la República". Y el segundo: "Adjudícanse las rentas de los bienes determinados en el artículo primero a la beneficencia pública". La mitad de las rentas producidas por esos bienes fue para la sustentación de los religiosos y religiosas despojados de ellos, y la otra mitad para hospitales y obras sociales. En 1910 se promulgó una ley que autorizó la venta de los terrenos adyacentes a las iglesias y conventos con el objeto de finan-ciar la defensa nacional. La Revolución, sin embargo, no avanzó en el terreno de los cambios estructurales de la tenencia de la tierra y de la distribución del ingreso a favor de las clases populares y campesinas. La Revolución había sido castrada por la burguesía liberal. Una fracción de esta burguesía, la comercial y bancaria, se opuso al fomento de la industria nacional, uno de los proyectos favoritos de Alfaro, quien había promul-gado en 1906 la primera Ley de Protección Industrial y en 1908, la Ley de Marcas y Fábricas. El sector bancario tuvo una rápida expansión: se fundaron en Quito los bancos del Pichincha (1906), de Crédito (1907), y de Préstamos (1909), y en Gua-yaquil la Caja de Préstamos y Depósitos La Filantrópica (1908). Alfaro perdió el apoyo de las bases populares cuando estas empezaban a organizarse: se fundó en 1906 el Partido Liberal Obrero y en 1909 se reunió en Quito el Primer Congreso Obrero.
La llegada del ferrocarril transandino a Quito el 25 de junio de 1908 fue el triunfal Domingo de Ramos para el acosado presidente. El arzobispo de Quito ordenó echar a vuelo las campanas. Hubo fiestas populares y oficiales. El regocijo fue intenso. "Día", dijo Alfaro, "el más glorioso de mi vida porque es la realización de los más grandes ideales del país y que han sido y son los míos propios". Quedaba una deuda muy grande y la ilusión de que este ferrocarril transformaría a Ecuador. Sólo fue así a medias. La oposición, con razones, se opuso al contrato Charnacé para construir un ferrocarril entre Ambato y el Curaray a cambio de una gran ex-tensión de la Amazonía. Y también se opuso con pasión a los ferrocarriles Quito-Ibarra, Ibarra-Esmeraldas, Guayaquil-Manta-Bahía de Caráquez y Guayaquil-Machala. Alfaro recobró su popularidad no solo con el ferrocarril Guayaquil- Quito sino por su decidido liderazgo en la contienda limítrofe con el Perú en 1910.
El laudo arbitral del Rey de España estaba próximo a pronunciarse, y se supo que iba a ser desfavorable a Ecuador. "El Perú había comprado con oro, derramado pródigamente, a todos los españoles que tenían que tomar parte en el proyecto del laudo", opinaba González Suárez en una carta privada. Y aunque el laudo hubiese sido favorable a Ecuador, Perú había declarado por boca de sus representantes en Madrid y de su propio presidente que "si peruanos ocupaban (ya) todo el Oriente, estas tierras son y serán peruanas contra todas las declaraciones del mundo". Los ánimos populares se encendieron. El 3 de abril de 1910 fueron atacados en Guayaquil el Consulado del Perú, algunos establecimientos comerciales y un barco mercante de ese país. Hubo desmanes parecidos en Quito. Ecuador dio satisfacciones, pero el Perú respondió con un ultimátum incumplible para el honor nacional. Alfaro encargó la presidencia y se puso al frente de un Ejército de 25 mil soldados y una reserva de 20 mil voluntarios. Todo el Ecuador lo respaldó a través de Juntas Patrióticas Nacionales. No se llegó a combatir porque mediaron Argentina, Brasil y Estados Unidos. Ecuador se abría lentamente al progreso: el teléfono presidencial era el número 3, Guayaquil estrenó tranvías eléctricos y Quito, una planta eléctrica en Guápulo. Se creó la Cruz Roja y se estableció la Sanidad Pública. En 1909 se celebró el centenario del Primer Grito con la inauguración del monumento a los Héroes de la Independencia en la plaza mayor de Quito y con una Exposición Internacional. En 1906 se fundó el diario "El Comercio". La oposición conservadora se benefició del llanto de la efigie de la Dolorosa en la capilla del internado del Colegio San Gabriel de los jesuitas en Quito el 20 de abril de 1906.
En la segunda administración del General Alfaro, se realizaron las siguientes obras: el 25 de junio de 1908 se inauguró el ferrocarril del Sur que unía Quito con Guayaquil; se dio 1’700.000 sucres para la construcción del sistema de agua potable de Quito, dotó a Guayaquil de canalización para este mismo servicio básico, se construyó, por el centenario del primer grito de la Independencia, un monumento conmemorativo en la Plaza Grande de Quito, y se realizó una Exposición Universal. Para sede de esa exposición se construyó el Palacio de la Exposición, actual sede del Ministerio de Defensa del Ecuador. Hizo levantar planos de nuestra frontera y proporcionó adecuados edificios a diversas instituciones militares. En 1910, ante una posible guerra con el Perú por el centenario conflicto territorial, se trasladó a la frontera sur para organizar la defensa de la República, y adquirió armamento moderno. En 1906 se promulgó la Constitución liberal, que consagró el Estado laico, poniendo fin a la injerencia de la Iglesia Católica en la política. Un dato interesante es que desde el gobierno de Eloy Alfaro se le dio oportunidad a las mujeres de estudiar y ser parte de la sociedad.
Hallazgo de los restos mortales del Gral. Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre los mismos que fueron llevados a la catedral metropolitana donde se los guarda, se los conserva y se los venera muy respetuosamente. Reorganizó el desaparecido conservatorio de música Desapareció privilegios militares y eclesiásticos. Hizo levantar un monumento al insigne escritor y amigo Don Juan Montalvo en su ciudad natal. En 1901, se establece locales para el funcionamiento de los Colegios Normales Juan Montalvo y Manuela Cañizares, El edificio del Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil. Construyó el ferrocarril del sur, se dio 1’700.000 sucres para el Agua Potable de Quito, dotó a Guayaquil de canalización, se inauguró en la Recoleta el local que hoy ocupa el Ministerio de Defensa, proveyó al Ecuador de un armamento moderno.
BIOGRAFÍA
Primeros años
José
Eloy Alfaro Delgado nació el 25 de junio de 1842 en la ciudad ecuatoriana de
Montecristi , sus padres fueron ciudadanos muy respetados, Manuel Alfaro republicano
español natural de Cervera del Río
Alhama (La Rioja)
quien llegó a Ecuador en calidad de exiliado político, y María Natividad
Delgado López, nacida en Montecristi y es manabita el 8 de septiembre de 1808,
hija de Rafael de la Cruz Delgado, que fue en repetidas ocasiones regidor del
Cabildo de Montecristi, y de María de la Cruz López, mestiza.
La revolución
Monumento
a Eloy Alfaro en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro
José
Eloy recibió su instrucción primaria en su lugar natal y al concluir esos
estudios, se dedicó a ayudar a su padre en los negocios. Durante su juventud se
identificó con el liberalismo anticlerical, doctrina que se conoció
posteriormente como el liberalismo radical ecuatoriano. Al enterarse el joven
Eloy Alfaro de que Gabriel García Moreno había pedido el protectorado
a Francia, se unió a las filas liberales. A los 22 años de edad
empuñó las armas contra García Moreno, pero tuvo que salir del Ecuador porque
la conspiración urdida por el general Tomás Maldonado había sido sofocada.
Corría 1864. Al año siguiente regresó para combatir junto al general José María
Urbina en Jambelí.
Derrotado
y perseguido, Alfaro se exilia en Panamá, departamento de Colombia todavía, en
donde con su trabajo se labró una fortuna y contrajo matrimonio con Ana Paredes y
Arosemena, panameña de 16 años de edad, a la que amó fielmente a lo
largo de la vida, y con quien tuvo nueve hijos. Se dice que sin la fortaleza de
su esposa que sobrellevó con entereza las separaciones y sobresaltos
ocasionados por la interminable lucha militar y política del esposo, Alfaro no
habría podido lograr sus metas. En Panamá conoció a Juan Montalvo, a quien protegió y financió la
edición de algunos de los inmortales ensayos. Muerto García Moreno en 1875,
Alfaro regresó a Ecuador, luchó por la abolición de la octava carta política
conocida como "Carta Negra" y por la convocatoria de una Convención.
Se unió
a Veintemilla y se distinguió en Galte, la batalla que consolidó la jefatura
suprema de ese general. Pronto se decepcionó de él, volvió a Panamá, regresó a
Guayaquil en abril de 1878 para combatirlo. En noviembre de ese año fue
apresado y cargado de grillos hasta marzo de 1879. Gracias a la valiente
defensa de Montalvo fue puesto en libertad y expulsado a Panamá. Como su
fortuna material había venido a menos, pues con ella financiaba su activismo
libertario y porque Panamá había entrado en crisis económica, Alfaro cayó en la
pobreza. Trabajó como periodista, pero volvió a la carga en 1882 al proclamarse
Veintemilla nuevamente dictador. Cuando Alfaro contó a su madre que se
aproximaba la guerra civil, recibió de ella esta bendición: 'Bien está. Vaya
usted a cumplir sus deberes con la patria'.
Se
embarcó para Esmeraldas y asumió la dirección del movimiento armado, pero fue
vencido y tras un escape prodigioso y lleno de sufrimientos a través de los
Andes y la selva llegó a Panamá. Allí le nació una hija a la que puso el nombre
de Esmeralda. Y volvió otra vez a combatir en la campaña de la Restauración, lo
que le valió ser nombrado jefe supremo de Manabí y Esmeraldas. Los opositores
le echaron en cara el decreto del 2 de julio de 1883, en el que ordenaba que
los "sindicados sean juzgados sumaria y verbalmente sin apelación" y
que "los bienes de todos estos criminales se les confisquen mientras dure
la guerra y para emplearlos en sostener la guerra".
Sus
tropas fueron las primeras en cercar a Guayaquil. Combatió en la batalla del 9
de julio de 1883 y entró triunfante en la ciudad amada. Convocada la Convención
de 1884, renunció a la jefatura suprema de Manabí, recibió la confirmación de
su grado de general y se desterró del Ecuador. Poco después, volvió para
combatir a Caamaño y liderar a los montoneros. Su nombre se iba tornando
legendario. Pero asimismo se le acusó de haber hecho la guerra a Caamaño
"apenas éste fue elegido y sin el más leve pretexto para una
sublevación". En diciembre de 1884 perdió el combate naval de Jaramijó en
el vapor "Pichincha", antes "Alajuela" (como la ciudad donde
fue exiliado en Costa Rica y donde iniciado en la Masonería regular), contra la
flotilla del presidente Caamaño, comandada por el general Reinaldo Flores. Para
no rendirse, encalló la nave y la incendió. Escapó a Panamá atravesando
Colombia en una odisea plagada de dificultades de la que salió nimbado con la
aureola de héroe mítico siempre derrotado pero jamás definitivamente vencido.
"General de las Derrotas" lo llamaban entre despectivos y asombrados
sus grandes enemigos conservadores. Luchó contra los presidentes García Moreno,
Borrero, Veintemilla y Caamaño, por lo que la tradición lo conoce como el
"Viejo Luchador" o "el General de las Derrotas". Eloy
Alfaro pasó por muchas y serias dificultades en las diversas campañas que emprendió,
tendientes a combatir la tiranía, en estos combates gastó su fortuna adquirida
en Panamá con la ayuda de su esposa de esa nacionalidad, Ana Paredes Arosemena.
De ese matrimonio nacieron nueve hijos: Bolívar, Esmeraldas, Colombia, Colón,
Bolívar (2), Ana María, América, Olmedo y Colón Eloy. Rafael nació fuera del
matrimonio.
Desde
muy joven participó en gestas rebeldes como en el Colorado; casi pierde la vida
en el combate naval del Alajuela, cuando intentó desembarcar en Ecuador con una
tropa revolucionaria y fue derrotado por el Gobierno conservador. Al hundirse
su barco, se salvó aferrado a un barril. Participó en los combates de Montecristi, Galta, San Mateo, Esmeraldas, Guayaquil, Jaramijó, Cuenca y Chasqui.
Durante
sus exilios, recorrió Centroamérica, siendo el Congreso de Nicaragua el
que le otorgó el grado de General de División en ese país. Según declaró el Gobierno
del presidente Rafael Correa en 2012, Alfaro nunca llegó a ser general en el
Ejército ecuatoriano, por lo que Correa lo ascendió post mortem al grado de
General de Ejército, máxima jerarquía del Ejército ecuatoriano en la
actualidad, pero que no existía en su época, en una ceremonia especial el 5 de
junio de 2012.
Historiadores
militares como el ex alcalde de Quito y héroe de la Batalla del Cenepa, general
(r) Paco Moncayo, aclararon que Eloy Alfaro fue legalmente General de División
del Ejército del Ecuador desde el 24 de agosto de 1895. y
que no fue "General de Ejército" por no existir ese rango en su
época. Alfaro fue ascendido por el Consejo de Ministros cuando ya ostentaba la
jefatura suprema de la República, según reza el decreto respectivo, que
menciona sus triunfos en los combates de la guerra civil de ese año, como
Gatazo.
Moncayó
precisó que según documentos del Ministerio de Guerra y Marina del Ecuador de
1900, que publicó en ese año el Escalafón Militar de los generales
ecuatorianos, con sus respectivas antigüedades, Eloy Alfaro fue nombrado
general de Brigada el 2 de febrero de 1883, durante la guerra civil que derrocó
al general Ignacio de
Veintimilla, quien ejercía de "jefe supremo y capitán general
de los Ejércitos de la República", es decir, de dictador.
Apoyó
también a varios liberales, como el escritor Juan Montalvo, a quien le ofreció
ayuda económica. Una vez en el poder, glorificó la memoria de Montalvo como
maestro del pueblo ecuatoriano.
¿QUIÉN FUE "ELOY ALFARO"?
José Eloy Alfaro Delgado (Montecristi, Ecuador, 25 de junio de 1842 - Quito, Ecuador, 28 de enero de 1912) fue Presidente de la República del Ecuador en dos ocasiones en períodos que comprenden entre 1897 a 1901 y 1906 a 1911, general de División del Ejército del Ecuador desde 1895 y líder de la revolución liberal ecuatoriana (1895 - 1924). Por su rol central en las batallas de la revolución y por haber combatido al conservadurismo por casi 30 años, es conocido como el Viejo Luchador. En ninguno de sus mandatos llegó al poder por elección popular, siempre fue por medio de golpe de estado dado por los revolucionarios, luego de lo cual se llamaba a asamblea constituyente para legitimar el poder.
Alfaro inició su lucha contra los conservadores católicos desde los años 60 del siglo XIX, la fuerzas revolucionarias lo nombraron Jefe Supremo de las provincias de Manabí y Esmeraldas, durante su rebelión en febrero de 1883, rebelión que terminó el 11 de octubre del mismo año cuando fue organizado un gobierno provisional que restauró el conservadurismo en el poder.
El 5 de junio de 1895, el pueblo de Guayaquil se pronuncia en contra del presidente interino Vicente Lucio Salazar y lo nombra Jefe Supremo, por lo que Eloy Alfaro vuelve al país desde el destierro en Panamá y se da inicio a la Revolución liberal y a una corta guerra civil con la que conquista el poder.
El 17 de enero de 1897 es nombrado Presidente Constitucional con Manuel Benigno Cueva Betancourt (tío del futuro Presidente Isidro Ayora Cueva) en el papel de vicepresidente, hasta el 1 de septiembre de 1901, con lo cual entre sus principales logros estuvo la separación entre iglesia y Estado. Después de su primer gobierno, apoyó a su sucesor, Leónidas Plaza Gutiérrez, pero poco tiempo después surgieron diferencias entre ambos. Se opuso contra el gobierno de Lizardo García el 1 de enero de 1906 y a pocos días, el 17 de enero, se proclama Jefe Supremo y gobernó hasta el 12 de agosto de 1911. En el segundo período de gobierno de Alfaro se realizaron varios cambios, entre los cuales consta la legalización del divorcio, la construcción de numerosas escuelas públicas, se instauró la libertad de expresión, se instituyó el laicismo, el derecho a la educación gratuita, así como el matrimonio civil. Sin embargo, se considera como el mayor logro de este período el haber finalizado la construcción delFerrocarril Transandino que unió las ciudades de Guayaquil y Quito. Esto ayudó a la creación de la empresa ferrocarrilera dirigida por el empresario quiteño Marco Antonio Benavides; que se convirtió, años después, en la mano derecha de Eloy Alfaro.Después del cese de sus funciones, durante el gobierno de Emilio Estrada Carmona, Alfaro cuestionó severamente la administración del Presidente y pronto los coidearios de Alfaro, empezaron a organizar una serie de sublevaciones militares. Alfaro fue desterrado a Panamá durante el gobierno interino de Carlos Freile Zaldumbide. El 4 de enero de 1912 volvió al país y pronto se propuso dialogar con el Gobierno, sin embargo, el general Leónidas Plaza lo encarceló. El 28 de enero de 1912, un tumulto de personas en Quito ingresaron a la cárcel donde estaban detenidos Alfaro, sus familiares, y amigos, y después de un linchamiento, arrastraron los cuerpos de los líderes liberales por las calles de Quito hasta el parque El Ejido donde finalmente los incineraron.
Se considera que su legado más importante fue la defensa de los valores democráticos, la unidad nacional, la integridad territorial del Ecuador, el laicismo, la modernización de la sociedad ecuatoriana, la educación, y los sistemas de transporte y comunicación.
La Escuela Superior Militar del Ejército Ecuatoriano lleva su nombre, el buque insignia de la Escuadra Naval, múltiples avenidas, instituciones educativas militares (colegios, escuelas y academias), parques y plazas en todo el Ecuador. Alfaro es considerado en la historia del Ecuador como uno de los caudillos más sobresalientes y con mayor impacto en la vida del Ecuador.
Alfaro inició su lucha contra los conservadores católicos desde los años 60 del siglo XIX, la fuerzas revolucionarias lo nombraron Jefe Supremo de las provincias de Manabí y Esmeraldas, durante su rebelión en febrero de 1883, rebelión que terminó el 11 de octubre del mismo año cuando fue organizado un gobierno provisional que restauró el conservadurismo en el poder.
El 5 de junio de 1895, el pueblo de Guayaquil se pronuncia en contra del presidente interino Vicente Lucio Salazar y lo nombra Jefe Supremo, por lo que Eloy Alfaro vuelve al país desde el destierro en Panamá y se da inicio a la Revolución liberal y a una corta guerra civil con la que conquista el poder.
El 17 de enero de 1897 es nombrado Presidente Constitucional con Manuel Benigno Cueva Betancourt (tío del futuro Presidente Isidro Ayora Cueva) en el papel de vicepresidente, hasta el 1 de septiembre de 1901, con lo cual entre sus principales logros estuvo la separación entre iglesia y Estado. Después de su primer gobierno, apoyó a su sucesor, Leónidas Plaza Gutiérrez, pero poco tiempo después surgieron diferencias entre ambos. Se opuso contra el gobierno de Lizardo García el 1 de enero de 1906 y a pocos días, el 17 de enero, se proclama Jefe Supremo y gobernó hasta el 12 de agosto de 1911. En el segundo período de gobierno de Alfaro se realizaron varios cambios, entre los cuales consta la legalización del divorcio, la construcción de numerosas escuelas públicas, se instauró la libertad de expresión, se instituyó el laicismo, el derecho a la educación gratuita, así como el matrimonio civil. Sin embargo, se considera como el mayor logro de este período el haber finalizado la construcción delFerrocarril Transandino que unió las ciudades de Guayaquil y Quito. Esto ayudó a la creación de la empresa ferrocarrilera dirigida por el empresario quiteño Marco Antonio Benavides; que se convirtió, años después, en la mano derecha de Eloy Alfaro.Después del cese de sus funciones, durante el gobierno de Emilio Estrada Carmona, Alfaro cuestionó severamente la administración del Presidente y pronto los coidearios de Alfaro, empezaron a organizar una serie de sublevaciones militares. Alfaro fue desterrado a Panamá durante el gobierno interino de Carlos Freile Zaldumbide. El 4 de enero de 1912 volvió al país y pronto se propuso dialogar con el Gobierno, sin embargo, el general Leónidas Plaza lo encarceló. El 28 de enero de 1912, un tumulto de personas en Quito ingresaron a la cárcel donde estaban detenidos Alfaro, sus familiares, y amigos, y después de un linchamiento, arrastraron los cuerpos de los líderes liberales por las calles de Quito hasta el parque El Ejido donde finalmente los incineraron.
Se considera que su legado más importante fue la defensa de los valores democráticos, la unidad nacional, la integridad territorial del Ecuador, el laicismo, la modernización de la sociedad ecuatoriana, la educación, y los sistemas de transporte y comunicación.
La Escuela Superior Militar del Ejército Ecuatoriano lleva su nombre, el buque insignia de la Escuadra Naval, múltiples avenidas, instituciones educativas militares (colegios, escuelas y academias), parques y plazas en todo el Ecuador. Alfaro es considerado en la historia del Ecuador como uno de los caudillos más sobresalientes y con mayor impacto en la vida del Ecuador.
Alfaro inició su lucha contra los conservadores católicos desde los años 60 del siglo XIX, la fuerzas revolucionarias lo nombraron Jefe Supremo de las provincias de Manabí y Esmeraldas, durante su rebelión en febrero de 1883, rebelión que terminó el 11 de octubre del mismo año cuando fue organizado un gobierno provisional que restauró el conservadurismo en el poder.
El 5 de junio de 1895, el pueblo de Guayaquil se pronuncia en contra del presidente interino Vicente Lucio Salazar y lo nombra Jefe Supremo, por lo que Eloy Alfaro vuelve al país desde el destierro en Panamá y se da inicio a la Revolución liberal y a una corta guerra civil con la que conquista el poder.
El 17 de enero de 1897 es nombrado Presidente Constitucional con Manuel Benigno Cueva Betancourt (tío del futuro Presidente Isidro Ayora Cueva) en el papel de vicepresidente, hasta el 1 de septiembre de 1901, con lo cual entre sus principales logros estuvo la separación entre iglesia y Estado. Después de su primer gobierno, apoyó a su sucesor, Leónidas Plaza Gutiérrez, pero poco tiempo después surgieron diferencias entre ambos. Se opuso contra el gobierno de Lizardo García el 1 de enero de 1906 y a pocos días, el 17 de enero, se proclama Jefe Supremo y gobernó hasta el 12 de agosto de 1911. En el segundo período de gobierno de Alfaro se realizaron varios cambios, entre los cuales consta la legalización del divorcio, la construcción de numerosas escuelas públicas, se instauró la libertad de expresión, se instituyó el laicismo, el derecho a la educación gratuita, así como el matrimonio civil. Sin embargo, se considera como el mayor logro de este período el haber finalizado la construcción delFerrocarril Transandino que unió las ciudades de Guayaquil y Quito. Esto ayudó a la creación de la empresa ferrocarrilera dirigida por el empresario quiteño Marco Antonio Benavides; que se convirtió, años después, en la mano derecha de Eloy Alfaro.Después del cese de sus funciones, durante el gobierno de Emilio Estrada Carmona, Alfaro cuestionó severamente la administración del Presidente y pronto los coidearios de Alfaro, empezaron a organizar una serie de sublevaciones militares. Alfaro fue desterrado a Panamá durante el gobierno interino de Carlos Freile Zaldumbide. El 4 de enero de 1912 volvió al país y pronto se propuso dialogar con el Gobierno, sin embargo, el general Leónidas Plaza lo encarceló. El 28 de enero de 1912, un tumulto de personas en Quito ingresaron a la cárcel donde estaban detenidos Alfaro, sus familiares, y amigos, y después de un linchamiento, arrastraron los cuerpos de los líderes liberales por las calles de Quito hasta el parque El Ejido donde finalmente los incineraron.
Se considera que su legado más importante fue la defensa de los valores democráticos, la unidad nacional, la integridad territorial del Ecuador, el laicismo, la modernización de la sociedad ecuatoriana, la educación, y los sistemas de transporte y comunicación.
La Escuela Superior Militar del Ejército Ecuatoriano lleva su nombre, el buque insignia de la Escuadra Naval, múltiples avenidas, instituciones educativas militares (colegios, escuelas y academias), parques y plazas en todo el Ecuador. Alfaro es considerado en la historia del Ecuador como uno de los caudillos más sobresalientes y con mayor impacto en la vida del Ecuador.
Alfaro inició su lucha contra los conservadores católicos desde los años 60 del siglo XIX, la fuerzas revolucionarias lo nombraron Jefe Supremo de las provincias de Manabí y Esmeraldas, durante su rebelión en febrero de 1883, rebelión que terminó el 11 de octubre del mismo año cuando fue organizado un gobierno provisional que restauró el conservadurismo en el poder.
El 5 de junio de 1895, el pueblo de Guayaquil se pronuncia en contra del presidente interino Vicente Lucio Salazar y lo nombra Jefe Supremo, por lo que Eloy Alfaro vuelve al país desde el destierro en Panamá y se da inicio a la Revolución liberal y a una corta guerra civil con la que conquista el poder.
El 17 de enero de 1897 es nombrado Presidente Constitucional con Manuel Benigno Cueva Betancourt (tío del futuro Presidente Isidro Ayora Cueva) en el papel de vicepresidente, hasta el 1 de septiembre de 1901, con lo cual entre sus principales logros estuvo la separación entre iglesia y Estado. Después de su primer gobierno, apoyó a su sucesor, Leónidas Plaza Gutiérrez, pero poco tiempo después surgieron diferencias entre ambos. Se opuso contra el gobierno de Lizardo García el 1 de enero de 1906 y a pocos días, el 17 de enero, se proclama Jefe Supremo y gobernó hasta el 12 de agosto de 1911. En el segundo período de gobierno de Alfaro se realizaron varios cambios, entre los cuales consta la legalización del divorcio, la construcción de numerosas escuelas públicas, se instauró la libertad de expresión, se instituyó el laicismo, el derecho a la educación gratuita, así como el matrimonio civil. Sin embargo, se considera como el mayor logro de este período el haber finalizado la construcción delFerrocarril Transandino que unió las ciudades de Guayaquil y Quito. Esto ayudó a la creación de la empresa ferrocarrilera dirigida por el empresario quiteño Marco Antonio Benavides; que se convirtió, años después, en la mano derecha de Eloy Alfaro.Después del cese de sus funciones, durante el gobierno de Emilio Estrada Carmona, Alfaro cuestionó severamente la administración del Presidente y pronto los coidearios de Alfaro, empezaron a organizar una serie de sublevaciones militares. Alfaro fue desterrado a Panamá durante el gobierno interino de Carlos Freile Zaldumbide. El 4 de enero de 1912 volvió al país y pronto se propuso dialogar con el Gobierno, sin embargo, el general Leónidas Plaza lo encarceló. El 28 de enero de 1912, un tumulto de personas en Quito ingresaron a la cárcel donde estaban detenidos Alfaro, sus familiares, y amigos, y después de un linchamiento, arrastraron los cuerpos de los líderes liberales por las calles de Quito hasta el parque El Ejido donde finalmente los incineraron.
Se considera que su legado más importante fue la defensa de los valores democráticos, la unidad nacional, la integridad territorial del Ecuador, el laicismo, la modernización de la sociedad ecuatoriana, la educación, y los sistemas de transporte y comunicación.
La Escuela Superior Militar del Ejército Ecuatoriano lleva su nombre, el buque insignia de la Escuadra Naval, múltiples avenidas, instituciones educativas militares (colegios, escuelas y academias), parques y plazas en todo el Ecuador. Alfaro es considerado en la historia del Ecuador como uno de los caudillos más sobresalientes y con mayor impacto en la vida del Ecuador.
(Montecristi, Ecuador, 1842 - Quito, 1912) Militar y político ecuatoriano, máximo representante del liberalismo radical, que fue presidente de la república en los períodos 1895-1901 y 1906-1911.
Eloy Alfaro era hijo del comerciante español Manuel Alfaro y la manabita Natividad Delgado. Su padre se dedicaba a la exportación y Alfaro participó en los negocios paternos, viajando al Perú, Colombia, América Central y el Caribe. En lo político se inclinó por el liberalismo, y en 1864 participó en una fracasada insurrección contra Gabriel García Moreno. Exiliado en Panamá, allí emprendió varios negocios con éxito. En 1872, y siendo ya un hombre rico, contrajo matrimonio con Ana Paredes Arosemena, hija de uno de los notables del Istmo.
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